Llevar a la vanguardia un producto o servicio es una meta que se logra en equipo. Por eso, si se desea llegar más allá, iniciar un proceso de design thinking elevará la creatividad de las soluciones e innovaciones de los productos y servicios de una empresa.
El design thinking nació para el desarrollo de nuevas ideas alrededor del diseño. Sin embargo, permite encontrar oportunidades innovadoras en distintas áreas. Por ejemplo: en modelos de negocios, estrategias de marketing e incluso en la educación.
En el siguiente artículo podrás saber cómo el proceso de design thinking puede mejorar la experiencia final de un producto o servicio.
Descubrirás también cómo las ideas innovadoras permiten resolver problemas desafiantes, centrándose en los usuarios y las necesidades de los mismos.
¿Cómo se elabora el design thinking?
Hemos mencionado que el proceso de design thinking es la metodología que aborda problemas complejos y genera soluciones novedosas que se centran en el usuario.
Pero, más allá de esta definición, ¿cómo se da este proceso? Pues, el primer paso y el más importante en el desarrollo del design thinking es el empatizar con el usuario.
Ponerse en los zapatos del cliente potencial para comprender cuáles son sus necesidades y deseos y cuáles son los puntos de vista de quienes vayan a usar el producto y servicio.
Por este motivo, en el proceso de design thinking se deben realizar investigaciones y entrevistas.
Asimismo, es fundamental la observación minuciosa para conseguir una comprensión amplia y profunda en la que se encuentra el usuario al momento de emplear un producto.
La importancia del reto creativo
Se debe tomar en cuenta que el proceso de design thinking no es un proceso rígido y lineal, sino que es iterativo.
Esto significa que se puede retroceder y avanzar entre los diferentes procesos, pues se efectúa el constante ida y vuelta entre aprendizaje y mejora.
El design thinking se basa en la idea de que los mejores productos y servicios se crean cuando se entienden las necesidades y deseos de los usuarios.
De esta manera, es posible ajustar la dirección del proceso de design thinking para alcanzar los objetivos, acorde se vaya consiguiendo nueva información y feedback de los usuarios tester.
El enfoque principal de design thinking es el colocar al usuario en el centro del proceso de diseño y la resolución de problemas, de manera creativa y colaborativa.
Cuando se adopta este enfoque, las empresas y equipos pueden conseguir soluciones innovadoras, relevantes y exitosas para los clientes.
¿Cómo crear soluciones a un problema identificado en mis clientes?
El proceso de design thinking usa un enfoque más creativo, centrándose en el cliente para aplicar soluciones a posibles problemas o incomodidades. Es por esto que ante la identificación de un problema es importante entender al usuario y saber cómo la tecnología puede ser parte de estas soluciones.
Al comprender al cliente es posible abordar las soluciones de forma colaborativa, encontrando así simplicidad a problemas complejos, lo que armoniza la funcionalidad de los procesos, resultando en una mejora de la experiencia de consumo de los productos y servicios.
Define claramente el problema
En esta etapa, se sintetizan los hallazgos de la fase de empatía para definir claramente el problema a resolver.
Es de suma importancia formular preguntas clave que guíen el proceso de diseño y se establezcan objetivos claros para el proyecto.
Design thinking en cinco pasos: empatía, definición, ideación, prototipado y prueba. Estas son etapas vitales para generar un producto o servicio realmente útil y atractivo para los usuarios.
Genera ideas
Durante esta fase se fomenta la creatividad y el pensamiento divergente. Son útiles las sesiones de lluvia de ideas para generar una amplia variedad de opciones y enfoques para resolver el problema identificado.
Evalúa las ideas
La evaluación en Design Thinking es esencial para asegurar la efectividad y viabilidad de las ideas. Implica analizar la factibilidad técnica, financiera y operativa de las soluciones propuestas, así como identificar y mitigar posibles riesgos.
La prioridad es alinear las ideas con los objetivos estratégicos del negocio y satisfacer las necesidades de los clientes.
Además, se busca obtener ventaja competitiva, utilizar los recursos de manera eficiente y adaptarse a un entorno empresarial cambiante. La evaluación es un proceso iterativo que fomenta el aprendizaje y la mejora continua.
En este punto se pueden hacer cambios y ajustes pertinentes, haciendo más eficiente el nuevo protocolo o diseño.
Es importante no saltar esta fase, pues aquí se identifica si un proceso puede ser inicialmente aceptado o no.
Prototipa y testea
Esta etapa es aquella en la que se crean prototipos rápidos y de bajo costo gracias a las soluciones seleccionadas en la fase de ideación.
Los prototipos permiten obtener retroalimentación temprana de los usuarios y facilitan la iteración y mejora de las ideas y del producto en sí mismo.
Estos prototipos se prueban con usuarios reales para evaluar su eficacia y obtener comentarios valiosos. La retroalimentación recibida se utiliza para iterar y mejorar las soluciones.
Implementa y mejora
Una vez que las soluciones han sido probadas y refinadas, se procede a su implementación final. Esto puede implicar el desarrollo y lanzamiento del producto o servicio en el mercado.
¿Qué pasos hay que dar para crear soluciones a un problema identificado en un segmento de clientes?
El proceso de design thinking puede ser dividido en cuatro pasos definidos que ayudan a conseguir soluciones a un problema.
Estos 4 pasos son el resultado de fusionar el proceso completo:
- Identifica el problema y empatiza con tus clientes
- Explora todas las posibles soluciones y oportunidades de mejora que se presenten
- Diseña el producto, servicio o proyecto creativo
- Expón el producto y prueba su efectividad
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Conclusiones
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